domingo, 31 de marzo de 2013

INVICTUS


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 "los líderes y seguidores trabajan juntos para avanzar a un nivel más alto de moral y motivación” (Líder transformacional)

James MacGregor Burns (1978)



Nelson Rolihlahla Mandela a sus 22 años deja su provincia rural de Transkei, donde se había formado para ser jefe de la tribu, y llega a Johannesburgo a probar fortuna y poder estudiar para Derecho que era su deseo, deseo llevado a cabo en 1942. En 1944 ingresó en el Congreso Nacional Africano (ANC), un movimiento que luchaba contra la opresión de los blanco hacia los negros. En 1948 llegó al poder de Sudáfrica el Partido Nacionalista el cual llevó a cabo la instauración del Apartheid.
El apartheid era un sistema de privilegios que unas minorías blancas, sobre el 10% de la población, que segregaba el otro 90 % de la población que no eran blancos (negros, mulatos, indios, orientales, etc…). Anteriormente a 1948 ya había leyes discriminatorias que otorgaban privilegios a los blancos y restringían derechos a los negros. Pero fue en 1948 cuando se apoyó legalmente un conjunto de normas segregacionistas asentadas sobre cuatro pilares:
-          El Registro, que marcaba de por vida a cada ciudadano desde que nace
-          El Acta de Áreas de Grupo, que establecía el lugar donde podría vivir cada raza
-          El Acta de Tierras, que dividía el país según alineamientos raciales
-          El Acta de Instalaciones Separadas, que según criterios racistas, establecía los sitios públicos de educación, de sanidad, de ocio, de baños públicos…
Se trataba de todo un conjunto de normas que atentaban contra los derechos fundamentales de toda una raza y que del mismo modo prohibía los matrimonios y las relaciones sexuales entre personas de distinta raza.
En 1955 Madela, como líder del ANC promovió la aprobación de una Carta de la Libertad que recogía  el deseo de una Sudáfrica multirracial, igualitario y democrático, una reforma agraria y una política social justa en el reparto de la riqueza. En 1961 Mandela fue elegido secretario honorario del ANC de toda África, denominado “La Lanza de la Nación”, un nuevo movimiento clandestino que luchaba contra el régimen de la nueva República Sudafricana mediante el sabotaje contra instalaciones de gran importancia, pero siempre con exclusión de atentar contra vidas humanas. En 1962, con 43 años, fue detenido y encarcelado por un periodo de 5 años. Un segundo juicio, en 1964, lo condenó a cadena perpetua en la cárcel de Robben Island.
Estos son los antecedentes de la vida de Nelson Rolihlahla Mandela hasta el comienzo de la película, cuando tras 27 años de encarcelamiento a trabajos forzados el 11 de febrero de 1990 fue liberado con 71 años. Cuatro años después se presenta como candidato a las elecciones presidenciales para Sudáfrica consiguiendo la presidencia y siendo el primer Presidente negro de Sudáfrica.. A partir de este momento todos sus esfuerzos se centran en conseguir unir a un país dividido. En su primer discurso ante las masas Mandela menciona que no va a haber enfrentamientos entre blancos y negros, recrimina la violencia y apuesta por el entendimiento y la paz. Pero las cosas no van  a ser fáciles. El titular de un periódico ya vaticina que la unión del país no va a ser fácil y que va a encontrar, por parte de los blanco, impedimentos para su propósito. El titular del periódico dice: “¿puede ganar unas elecciones, pero puede dirigir un país?”. La integración entre blancos y negros tiene su inicio en el primer momento y dando ejemplo, cuando a su llegada por primera vez a la Casa Presidencial reúne a todos los empleados para comunicarles que blancos y negros pueden trabajar codo con codo y el que quiera quedarse voluntariamente podrá hacerlo, “el pasado es el pasado, hay que mirar hacía el  futuro”.
Mandela, muy astuto, no deja pasar la oportunidad de que los miembros más visibles de su figura ante la sociedad, los guardaespaldas, sean de las dos razas, y de esta forma mostrar que las diferencias que durante años había existido entre el Servicio Seguridad del Estado (compuesto por blancos)  que habían sido una amenaza para la libertad y los derechos de los negros y los guardaespaldas de Mandela (negros) podían dejarse en el pasado y ahora trabajar para una causa común. En su entorno había conseguido que el perdón y la reconciliación entre blancos y negros fuese una realidad, pero quedaba lo más difícil, la unidad de 43 millones de sudafricanos de distintas razas y que durante el pasado se habían enfrentado, unos para lograr las libertades y derechos universalmente reconocidos (los negros) y los otros por preservar los privilegios que durante parte del siglo XX se les había otorgado (los blancos).
 El objetivo del Presidente Nelson Mandela era pacificar y unificar a una sociedad dividida en dos razas que se tenían mutuamente odio. Para llevar a cabo este propósito Mandela se va a valer del Rugby y, muy especialmente, del Campeonato del Mundo de Rugby de 1995 para transmitir la idea de la unificación y de un objetivo común entre los sudafricanos. Mandela sabe de la importancia del Rugby para los blancos, de su equipo “los Springboks”. Mandela comprende que erradicar el rugby, tal y como querían los sudafricanos negros, y eliminar el nombre del equipo y el emblema que durante décadas los sudafricanos habían despreciado porque la sociedad negra lo asociaba al apartheir, supondría un ataque a los sudafricanos blanco y conllevaría un aumento de la violencia y de diferencia entre blancos y negros. En cambio, Mandela trasformaría ese color de camiseta y su símbolo en elementos de unión entre la población de las dos razas. Comprendió que la Copa del Mundo de Rugby de 1995 era una oportunidad para acercarse a aquellos que no le votado y que le temían.
Mandela sabe que el deporte une, que el Campeonato del Mundo es una oportunidad de conseguir la unificación del pueblo, de transmitir su aspiración de unión y reconciliación. Dentro y fuera del país. Necesita transmitir al mundo que Sudáfrica ha cambiado, que toda la población lucha por un objetivo común. La segregación ha desaparecido, ahora existen libertades y derechos que antes no se reconocían a una parte de la sociedad. Para poder demostrar estos cambios Mandela necesita una plataforma en la que el mundo pueda ver esos cambios y que todo el país, blanco y negros, están con él. Esta plataforma la encuentra en la Copa del Mundo cuando su secretaria le dice: "Nos van a ver 1.000 millones de personas”.  Y él responde: “Eso es una gran oportunidad".
Pero para llevar a cabo todos sus propósitos Mandela necesitaba que el equipo de rugby “los Sprinboks” fuese un elemento de unión de la población, que todos viesen a este equipo como la representación de Sudáfrica, olvidando lo que representaba en el pasado. Para ello el equipo debe exaltar la ilusión de la población, debe ser un equipo competitivo y con posibilidades de ganar la Copa del Mundo y así unir en un gesto de felicidad a toda la población. Mandela invita al capitán de la selección de rugby (Francois Pienaar, líder del equipo) a tomar té. Mandela se muestra muy cercano y complacido con la visita de Pienaar, se interesa por su lesión y por las posibilidades del equipo en el campeonato demostrando así su interés por este deporte “de blancos” y su intención de apoyarlo. Durante la conversación Mandela le pregunta: “¿Cuál es tu filosofía para liderar al equipo?”, al que Pienaar le responde: “Mi filosofía es liderar con el ejemplo”. La recepción entre ambos líderes concluye con una frase de Mandela a Pienaar muy esclarecedora de sus intenciones: “Para construir nuestra nación todos debemos superar nuestras expectativas”.
Para el resto del mundo, la final del Campeonato del Mundo de Rugby de 1995 no fue más que un emocionante partido de rugby. Sin embargo, para los sudafricanos fue un momento histórico, una experiencia que compartió toda una sociedad que hasta unos pocos años atrás se encontraba dividida y que dio pasó a nuevas esperanzas de futuro.
Con respecto al liderazgo de Nelson Mandela se ve a un líder cercano, que se muestra interesado por las personas que le rodean, por sus familias. Es un líder con un gran poder de comunicación, de convicción. No fue una persona pasiva ni agresiva en comunicados, pero tampoco se sometió a la voluntad de los demás. Pero entre sus virtudes podemos ver la defensa de sus convicciones y la de sus derechos y la de su pueblo, Sudáfrica.  Mandela es un líder que emplea la inteligencia emocional, es decir, tiene capacidad de comunicación, planifica y establece objetivos, se informa de los aspectos relevantes y forma equipo para la toma de decisiones. Pero estas decisiones siempre se basan en la razón, justifica sus decisiones, y con mirar en llegar al objetivo primordial, la unificación de la población, erradicar el odio y las diferencias.
Pero ante todo, ha sido un líder que ha inspirado confianza, respeto y admirador de sus seguidores, ha sido un líder transformacional, que ha sido capaz de inspirar a sus seguidores para cambiar las expectativas, percepciones y motivaciones y trabajar a favor de objetivos comunes. Ha sido un líder que ha alentado a sus seguidores hacia el cambio, ha mantenido la comunicación constante con sus seguidores, ha sido capaz de motivar a toda una población hacia el cambio, la integración y, ante todo, ha sido un modelo un modelo ha seguir, no sólo por sus seguidores, sino por el mundo.

1 comentario:

  1. Gracias estimado Jesús por compartir con nosotros tu reflexión sobre la película Invictus, sobre todo ahora que Mandela se encuentra delicado de salud, ha salido a la prensa comentarios sobre el liderazgo que ha tenido y tendrá en Sudáfrica.

    En particular la pelicula es un claro ejemplo de liderazgo y como superar las dificultades uniendo a la sociedad.
    saludos,

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