El Estado debe de ser además de un Estado de Derecho un Estado eficaz, transparente, ético, equitativo, democrático, participativo y fomentador del estímulo y de las iniciativas particulares económicas y sociales. A todo lo anterior, respondería sistemáticamente el llamado paradigma de la “gobernanza democrática” y que uniría el “buen gobierno” con la democracia, la participación ciudadana y la sociedad civil. [1]
El profesor Canales concibe “gobernanza” como un concepto o una forma de proceder que intenta ser la respuesta actual a los problemas de gobierno en la gestión pública contemporánea. Indica que este concepto surge para dar respuesta a los problemas de globalización y de los asuntos públicos y que su desarrollo se encuentra sustentado por la sociedad civil. El profesor concibe la “gobernanza” como un paradigma que da respuesta a los asuntos de gobierno y Administración Pública.
Para la Comisión Europea, el concepto de "gobernanza" designa las normas, procesos y comportamientos que influyen en el ejercicio de los poderes a nivel europeo, especialmente desde el punto de vista de la apertura, la participación, la responsabilidad, la eficacia y la coherencia. Siguiendo con el concepto de “gobernanza”, éste se refiere a la manera en que las cosas podrían y deberían hacerse. El objetivo, añade la Comisión, es abrir el proceso de decisión política para dotarlo de unos mayores niveles de integración y permitir a la UE una conexión más directa con sus ciudadanos y dar lugar a unas políticas más efectivas”.
La Comisión Europea, además, define unos principios o indicadores básicos, coherentes con el concepto de “gobernanza”, que conforman lo esencial de la “buena gobernanza”. Estos principios son:
1.- Apertura: Se refiere a la transparencia en los asuntos de las Instituciones. Este principio conlleva que el funcionamiento de estas Instituciones debe de ser más “abierto”, con una comunicación más activa y eficaz en el funcionamiento y las decisiones y en un lenguaje más accesible a la ciudadanía.
2.- Participación: Referente a la participación ciudadana como vía para conseguir el fortalecimiento de la confianza de la ciudadanía en las Instituciotnes y su legitimación en los resultados, así como en la satisfacción de las necesidades y de la demanda de la sociedad civil y de los ciudadanos.
3.- Responsabilidad: Hace referencia a la rendición de cuentas (accountability), es decir, es la necesidad de clarificación del papel que cada Institución. Este principio conlleva la explicación o información, por parte de las Instituciones, de sus acciones y su asunción de la responsabilidad. Se refiere a un juicio de valor sobre cómo se han hecho las cosas en cada Institución. Este principio es de gran importancia en la prevención del secretismo estatal y la corrupción. En este sentido, si no hay información, no hay posibilidad de control, y si no hay control, no hay democracia.
4.- Eficacia: Este principio expresa la necesidad de asegurar la oportunidad y efectividad de las políticas y medidas adoptadas. La eficacia hace mención a la consecución de objetivos claros y evaluación del impacto de la ejecución y la experiencia acumulada. Pero también hace referencia a que las políticas o medidas se tomen en las instancias apropiadas y deben ser proporcionales.
5.- Coherencia: Las políticas desarrolladas y las acciones emprendidas deben ser coherentes y fácilmente comprensibles. La coherencia requiere un liderazgo político y un firme compromiso por parte de las Instituciones con vistas a garantizar un enfoque coherente dentro de un sistema complejo. [2]
La aplicación de estos cincos principios refuerzan o complementan a su vez a dos ya vigentes, el de subsidiariedad y proporcionalidad. El principio de subsidiariedad, aplicada a la gobernanza democrática, viene a decirnos que los diferentes actores han de estar en condiciones de participar activamente en el proceso político. Se trata de diseñar un sistema capaz de combinar de forma eficiente la democracia representativa (parlamentos) con la democracia participativa, en el que los representantes democráticos, sin renunciar a su papel conferido en el proceso político, dispongan de interlocutores directos en la sociedad civil.
Junto con estos principios o indicadores que propone la Comisión Europea en el Libro Blanco de la Gobernanza Europea, propongo incluir otros indicadores, enfocados hacia un ámbito social, que, a mi parecer, complementan a los anteriores:
- Igualdad: Este indicador pretendería medir la igualdad en el acceso de todos los ciudadanos a los servicios públicos, y en particular de los ciudadanos más desfavorecidos.
- Calidad: Este indicador mediría la satisfacción de los ciudadanos con los servicios prestados por las administraciones públicas.
- Accesibilidad: Este indicador mediría la facilidad o dificultad que ciudadanos tendrían a la hora de acceder a unos determinados servicios públicos.
[1] CANALES ALIENDE, José Manuel, Documentos básicos para la modernización y el fortalecimiento de las administraciones públicas en Iberoamérica
[2] COMISIÓN EUROPEA, GOBERNANZA EUROPEA, un libro blanco 2001
Muy puntual y gracias por el APOYO
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